Congreso FIFA: Aguas movidas en el Danubio
Juan Carlos Ortecho (INFOS) desde Budapest para La Mula
Ayer, en el Centro de Convenciones Hungexpo de Budapest, Hungría se dio por inaugurado el Sexagésimo Segundo Congreso de la FIFA. Es un momento de graves decisiones de cara al futuro de una institución que ha recibido serias acusaciones de corrupción. Sin embargo, el rostro sonriente de su presidente, el suizo Joseph (Sepp) Blatter no lo revela. Vestido con impecable terno gris y una brillante corbata de seda azul pálido que evocaba la bandera del ente rector del fútbol mundial, Blatter dio la benvenida a las 209 naciones miembros. Alabó a Budapest, la París del Este, esta hermosa ciudad donde dos civilizaciones confluyen al borde del río Danubio y al inolvidable ballet húngaro de Puskas, Kocsis, Boszik, Hidegkuti y Czibor y su injusta destrucción a manos de los panzers alemanes en el mundial de 1954.
Hace un año, en Zurich, Blatter fue reelegido para servir a un cuarto mandato como presidente FIFA, en medio de una ola de acusaciones por corrupción. Los casos más importantes: la designación de Rusia y Qatar como sedes de los mundiales 2018 y 2022 respectivamente, el caso de la compra de votos por el qatarí Bin Hammann y el resurgimiento del caso de sobornos de la compañía de marketing ISL, todavía ventilado en la corte del Cantón de Zug y la cual ya ha cobrado dos víctimas: Joao Havelange y su yerno Ricardo Teixeira, ambos de Brasil. Tal fue la fuerza de las denuncias y el consenso imperante, que incluso Blatter reconoció que las cosas tenían que cambiar.
"Estoy seguro", dijo Blatter al inaugurar el Congreso, "ustedes verán que estamos camino a puerto seguro, no es la meta todavía, pero tenemos más personas a bordo y nos dirigimos a aguas tranquilas."
No obstante, aguas tranquilas era lo que menos había en la reunión de ayer de la CONCACAF. Las confederaciones usualmente se reunen antes del Congreso propiamente dicho y la noticia del día fue un nuevo destape de los malos manejos e irregularidades financieras del ex-mandamás de esa organización, el hoy suspendido Jack Warner de Trinidad y Tobago. Entre ellos, el descubrimiento referido a que un centro de alto rendimiento, cuya construcción FIFA financió en la isla caribeña, y que costó 22,5 millones de dólares, se mantiene bajo la propiedad personal de Warner y no de CONCACAF.
Jeffrey Webb, un abogado de prestigio nacido en las Islas Caimán fue elegido ayer como el sucesor de Warner, y declaró: "Tenemos la responsabilidad de asegurarnos que el pasado no se repetirá ¿Cómo levantarnos de este desastre?"
Bajo el auspicio de Blatter, FIFA dice haber elaborado una ruta para la reforma. En el camino se tiene planificado establecer un Comité de Ética independiente. El Comité de Ética tendrá la potestad de auditar a miembros de alto nivel de la FIFA, aunque no ha quedado claro si contará con poderes para investigar el pasado. El peruano Manuel Burga, antes de subirse al ómnibus que lo lleva al Congreso junto al resto de las delegaciones presentes en Budapest, me dice: "No des por descontado que algo interesante suceda mañana"
El año pasado, la FIFA designó a un comité de gobernabilidad independiente encabezado por Mark Pieth, un criminólogo suizo, para hacer recomendaciones. Uno de los temas que se discutirá en Budapest es los límites de edad a los altos cargos. Cómodamente sentados en un sofá del lujoso Hotel Corinthian, los octogenarios Nicolas Leóz y Humberto Grondona parecen no estar preocupados: El tema será discutido, pero no votado . Además, Blatter ya adelantó opinión ayer: "No nos gusta ese tema de los límites de edad".
Pero este último asunto es tal vez lo menos importante en la agenda. En Budapest se votará sobre un nuevo código de conducta y sobre las recomendaciones elaboradas por Pieth en relación al camino de reforma que debe implementar FIFA rumbo a la modernización. Muchos periodistas que vienen siguiendo la novela FIFA desde los días de Havelange se mantienen escépticos: "Son años de acumulación de poder de parte del Comité Ejecutivo, no van a ceder así de fácil" me dijo el periodista inglés Andrew Warshaw, conocido por su destape del Caso Bosman (el cual desencadenó una revolución en el mercado de pases del fútbol europeo en la década de 1990). Por otro lado, una fuente cercana a FIFA comentó: "Blatter siempre juega a ganador, ya decidió que en el 2015 se marchará y lo que está haciendo es fortalecer la facción que lo reemplazará en el cargo, asegurándose que no se hurgue demasiado en el pasado".
¿Cuál es esa facción y quien la lidera? Muchos coinciden en apuntar al francés y ex jugador Michel Platini, actual Presidente de la UEFA.
El último en intervenir en la inauguración fue el Primer Ministro húngaro Viktor Orbán, quien dijo: "El fútbol es grande porque nos enseña todo". Mañana empezaremos a ver si nos enseña que tiene la capacidad de reformarse a si mismo.